miércoles, 1 de mayo de 2013

TEMBLOR: SANTA MARTA CONVIVE CON LA FALLA DE OCA

Se ha preguntado usted, ¿cuán cerca o lejos está Santa Marta de un episodio de terremoto?.

Quisiera decirle que no hay razones para preocuparnos pero decirlo sería mentir.

Del reciente estudio desarrollado por el doctor Jaime Suarez fechado 4 de marzo de 2010, publicado en erosion.com.co, titulado Amenaza sísmica en la Costa Caribe Colombiana se concluye que en Santa Marta deberíamos estar verdaderamente preocupados en acoger el consejo del presidente Santos y “tomar ejemplo de los Japoneses en la preparación para este tipo de desastres”.

De acuerdo con el doctor Jaime Suarez existen serias evidencias geológicas que deben llamar nuestra atención de cara a una situación sísmica de grandes proporciones.

De hecho nuestra historia registra un terremoto que casi desapareció a Santa Marta.

Los registros informan que en 1834 Santa Marta  sufrió su último terremoto. Terremoto que dejo a la ciudad en aspecto ruinoso durante varias décadas. Al año siguiente del terremoto, una descripción presenta a Santa Marta como una “ciudad de aspecto miserable”, en la que no había hoteles, residían solo siete extranjeros y las únicas edificaciones de cierto valor eran las residencias de los comerciantes Joaquín de Mier y Juan Fairbank. La Población de Santa Marta disminuyo de 6.500 habitantes en 1834 a 4.400 en 1840.

Hoy los movimientos de las placas tectónicas pueden estar generando un aumento muy alto de esfuerzos en la zona de Santa Marta. A la fecha han transcurrido poco más de 176 años desde el terremoto que destruyó a Santa Marta; no obstante, la situación es relativamente similar a la de Puerto Príncipe en Haití.

¿Cuál es la explicación científica para que debamos preocuparnos y exijamos medidas que conduzcan a estar preparados para este tipo de eventos?.

De acuerdo con el estudio publicado el norte de Colombia está afectado por el movimiento de las placas Caribe, de Panamá y Nazca.



El resultado es una compresión tectónica en la mayoría de los departamentos de la Costa Colombiana. El esfuerzo de compresión es la resultante de las tensiones o presiones que existe dentro de un sólido deformable o medio continuo, caracterizada porque tiende a una reducción de volumen o un acortamiento en determinada dirección.



De las evidencias se concluye que la sismicidad muestra un gap o silencio al sur de la placa Caribe.

Se les llama gaps a las zonas donde se observa actividad sísmica anómalamente menor a la de las zonas que la rodean, es decir son zonas de silencio sísmico.

El silencio sísmico que más preocupa, paradójicamente, a las autoridades venezolanas es el presentado en la falla de Oca en el sector de Santa Marta (Colombia).



La Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), a través del doctor Frank Audemard, ha previsto la ocurrencia futura de un sismo de gran magnitud en la zona de Santa Marta.



Ha precisado el doctor Audemard que “usando el mismo criterio del gap sísmico, hemos identificado tres posibles segmentos que podrían romper en el futuro, de oeste a este: La falla de Oca en territorio colombiano, la falla Ancón al Este de la bahía El Tablazo y la extremidad más occidental del Sistema de fallas de la Victoria. El primero de estos segmentos podría haber sido la fuente del sismo del 26 de febrero de 1825 que afectó fuertemente a la población costeña de Santa Marta; según breve descripción de Grases (1990)”.

En la revista Carta Petrolera, edición 118 de febrero de 2008, al referirse a la Sierra Nevada de Santa Marta la define como una “mole de roca cristalina que se encuentra rodeada por las llanuras del Caribe y sus cuencas sedimentarias asociadas. Desde el espacio su forma representa un triángulo casi perfecto, limitada por las fallas de Oca y Santa Marta - Bucaramanga que convergen en su vértice occidental. Archivos históricos del siglo XIX así como registros sismológicos recientes atestiguan que esta montaña se sigue moviendo”.

Según el Atlas de Amenaza Sísmica de Colombia, la Falla de Oca define la margen norte de la Sierra Nevada de Santa Marta. Esta Falla, que está activa y tiene una longitud de 137 kilómetros, interrumpe la serranía de Perijá y separa la llanura costera de la Guajira del Valle de Guanábana y la cuenca de Maracaibo. Los movimientos que genera son del tipo dextral. El movimiento es dextral (derecha) si el bloque en el otro lado de la falla se mueve hacia la derecha, o si ambos lados de la falla se mueve el lado derecho hacia el observador.

De acuerdo con los vectores de movimientos medidos GPS en Haití se ha podido establecer que estos alcanzan los 2 centímetros por año. El desplazamiento de la placa en Haití es muy similar al que se conoce de la Falla de Oca cerca a Santa Marta y al desplazamiento en la Isla de San Andrés.

Lamentablemente, de acuerdo al informe citado, la investigación de la amenaza sísmica en la Costa ha sido muy limitada. No se ha investigado a detalle las tasas de movimiento ni la longitud de ruptura de las fallas que la afectan.

Se reconoce que Ingeominas ha implementado una red muy importante de GPS permanente para determinar el movimiento de los bloques tectónicos en Colombia; sin embargo, en la Costa hay muy pocas estaciones.

A pesar de la poca información existente ella permite concluir que existe una amenaza sísmica que se debe investigar. A juicio de los entendidos sería imperdonable que nos tomara por sorpresa una catástrofe como la de Haití en condiciones de poca preparación a diferencia de lo que sucedió hace menos de veintiséis meses en Japón.   



ALEJANDRO ARIAS
Celulares 3005550294 - 3126056941
Pin N.° 21FC1CB2 - Twiter: @ALEJANDRO_ARIA2 - Skype: ALEJANDRO_ARIA2
E-mail: alejandroarias@dialnet.net.co Blog: http://alejandroaria2.blogspot.com/
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE
------------------------------------------------------
Toda persona que no desee recibir mis correos ruego por favor me informe
Este documento puede ser asimilado por las autoridades como una denuncia