Los principios son el
conjunto de valores, creencias y normas que orientan y regulan la vida de una
sociedad. Son el soporte de la visión, la misión y los objetivos que
pretendemos como ciudadanos y como colectivo. Estos principios se manifiestan y
se hacen realidad en nuestra cultura, en nuestra forma de ser, de pensar y de
conducirnos.
En reciente publicación del
diario digital Forum Libertas de España, Jesús Domingo Martínez expuso al respecto
que una sociedad sin valores es una sociedad sin futuro, habida cuenta que al
estar despojada de convicciones y principios la convierte en una colectividad más
vulnerable.
Vulnerabilidad que termina reflejada no sólo
al interior de nuestros hogares sino en las calles; materializada en el caos y el
anarquismo por cuenta de la progresiva pérdida de todos aquellos hitos que
demarcan los límites del respeto social y legal.
Esa pérdida de principios y
valores deben obligarnos a pensar sobre nuestra realidad y sobre qué tan
enferma está nuestra sociedad.
Bajo el título de “Una
sociedad enferma”, María Elvira Samper en una de sus acostumbradas columnas en
El Espectador sostuvo que “No puedo pensar en algo más monstruoso que una madre
que mata a un hijo, o jóvenes que deciden quitarse la vida porque sienten que
nada bueno tienen, que nada bueno les espera”. http://bit.ly/10SlFry
Bajo el mismo título el Arzobispo
de Burgos, Francisco Gil Hellín, sostuvo que “Una sociedad con varios millones
de parados, que mata impune y sistemáticamente a sus hijos más inocentes, que
administra la justicia según los colores políticos, que miente con descaro y
desde las más altas instancias, que viola los pactos más sagrados, que fomenta
el odio y el enfrentamiento entre sus miembros, que impide el ejercicio libre
de la religión, que destruye la inocencia de los niños desde su más tierna
edad, que azuza las pasiones de los jóvenes, que niega que haya acciones buenas
y malas con independencia de tiempo y circunstancias, que convierte la escuela
en un instrumento ideológico y el poder político en trampolín para el
enriquecimiento personal y el medro de los suyos, que se empeña en no tener
hijos, en una palabra, una sociedad cuarteada en sus estructuras básicas y
removida en sus cimientos éticos es una sociedad decadente y enferma de extrema
gravedad”. http://bit.ly/156mFxp
Y Jaime Richart blandiendo
el mismo titular de “una sociedad enferma” apuntó que “un gobierno cuyas aptitudes más
resonantes son mentir, hacer sin vergüenza y por norma lo contrario de lo que
dijo y dice que va a hacer, tratar de invalidar los procesos penales en curso
contra los miembros del partido y culpar a los demás de su propia incompetencia
y sus rapiñas. Todo causa y efecto de una sociedad enferma. Una sociedad que
basa su desenvolvimiento y bienestar en el consumo, en la deuda, en el despojo
y en el abuso continuado del fuerte sobre el débil en lugar de obsesionarse por
satisfacer los derechos fundamentales individuales y sociales, es una sociedad
enferma”. http://bit.ly/19Kst0x
Se denomina abuso del
derecho a la situación que se produce cuando el titular de un derecho actúa de
modo tal que su conducta concuerda con la norma legal que le concede la
facultad de hacerlo así pero cuyo ejercicio evidentemente resulta contrario a
la buena fe, la moral, las buenas costumbres o los fines sociales y económicos
del Derecho.
En Santa Marta
lamentablemente se ha hecho normal abusar del derecho. Ejemplo que no emana del
ciudadano común sino de quienes debieran exponer lo mejor de su repertorio
moral como hacedores de opinión y modelos de la sociedad que los sigue y emula.
Lo que ha hecho que en nuestra ciudad ser irreverente ante la ley y las mínimas
normas de urbanidad sea una práctica diaria
aceptada.
Hemos llegado a niveles tan dramáticos
que el crimen nos perece un acto normal y cotidiano en nuestra comunidad. Que
un alcalde sin pudor alguno exhiba todas las artimañas para no nombrar en su
cargo a quien en franca lid venció en un concurso de mérito; que un abogado se apee a toda clase de recursos para demostrar como inocente a
quien con toda temeridad estrelló contra el suelo a un indefenso bebe de 20
minutos de nacido o que un líder de
comunidad, sin siquiera ruborizarse, acepte y exprese en los medios de comunicación que para lograr un cargo de elección popular
hay que comprar votos sin que ciudadano alguno eleve una voz de reproche son
ejemplos de que padecemos de una grave enfermedad social: la amputación de los
principios y valores que debieran inspirarnos y exigir ser mejores hombres y
ciudadanos.
La crisis en la que está postrada Santa Marta tiene
un mal peor a los males conocidos que nos aquejan: nos hemos adaptado a vivir, sin alterarnos, en una sociedad profundamente enferma.
ALEJANDRO ARIAS
Celulares 3005550294 - 3126056941
Pin N.° 21FC1CB2 - Twiter: @ALEJANDRO_ARIA2 - Skype: ALEJANDRO_ARIA2
E-mail: alejandroarias@dialnet.net.co Blog: http://alejandroaria2.blogspot.com/
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE
------------------------------------------------------
Toda persona que no desee recibir mis correos ruego por favor me informe
Este documento puede ser asimilado por las autoridades como una denuncia