Mediante reciente comunicado
de prensa la Corporación Autónoma Regional del Atlántico -CRA- explicó que el
desastre evidenciado en el Lago del Cisne (Ciénaga El Rincón) obedecía al
cambio climático y ha pretendido mostrar que las denuncias publicadas resultan
ser temerarias por carecer de rigor técnico. (Ver http://bit.ly/1Fi34bV)
Pero en la medida en que se
ahonda sobre la realidad de lo que históricamente ha sucedido con el Lago del
Cisne queda el sabor que el cambio climático es el menos responsable de este
desastre. En la retina lo que se guarda es una suma de actos de corrupción, de
omisiones y un jugoso negocio inmobiliario que necesitaron de la desecación de
la ciénaga, del relleno de las tierras históricamente inundables y de la
clausura de los cauces naturales y arroyos que alimentaban con agua al Cisne.
El 1 de abril de
2014 la CRA anunció con bombos y platillos la inversión de “$ 60 mil millones
para proteger los cuerpos de agua y poblaciones vulnerables” y de paso
certificó, contravía a la realidad, que para la época este cuerpo de agua sólo
había perdido el siete por ciento de su espacio (Ver http://bit.ly/1HDw7rO). No
obstante el Hotel Mirador del Cisne, entre otras empresas, avanzaba en las
labores de drenaje de las aguas del Cisne y desarrollaba obras de
infraestructura a costa de la destrucción de los mangles y los ecosistemas
amparados con permisos proferidos por la Alcaldía de Puerto Colombia para cuya
obtención se denuncian jugosos sobornos a funcionarios corruptos.
Lógicamente todo esto
sucedió ante la mirada pasiva de la CRA, así luego de la destrucción hubiere
impuesto sanciones como hoy quiere mostrar para justificar, en este
caso y otros, su falta de gestión. Asunto estos que están en manos de la
Fiscalía General de la Nación y de la que se esperan prontos pronunciamientos.
Otro caso patético lo
constituye el ambicioso proyecto del exclusivo Club Lagos del Caujaral. Quienes
cuentan con permisos para trasladar las instalaciones de su hípica a la zona
contigüa a la garita de la urbanización y la margen izquierda del arroyo El
León gracias a que los humedales ahí ubicados por arte de un certificado
expedido por el Secretario de Desarrollo Territorial de Puerto Colombia definió
las mismas como zona de expansión urbana. (Ver CARTA CAUJARAL: http://1drv.ms/1dEgBF3)
Pero las denuncias no se quedan
ahí. Con la fachada de las obras contratadas denominadas “Foro Hídrico”
(contrato FROIH-063/2011), suscrito por el Fondo de Restauración del Distrito
de Barranquilla y Consultores del Desarrollo S.A. y con el que supuestamente se
mejorarían ambientalmente los cauces de los arroyos Grande y León, la misma CRA
terminó autorizando el relleno de los terrenos históricamente inundables y se
modificaron los cauces de los arroyos que tributaban agua al Cisne, entre ellos
el del arroyo El León. Gracias a este favor de la CRA, se dio paso a los más
ambiciosos negocios inmobiliarios del sector.
Los registros catastrales de
los siete más valiosos predios del sector muestran que linderos vienen siendo
modificados por cuenta de las operaciones inmobiliarias que se vienen dando
hace casualmente cuatro años. Negocios que igualmente han quedado consignados
en las correspondientes matrículas inmobiliarias.
Estos siete predios que
representan una gran extensión de las zonas inundables y canales que conducían
agua al Lago del Cisne están concentradas hoy en cuatro propietarios:
Inversiones Rinkel Fanner & Compañía S en C, Inversiones Caujaral S.A.S.,
Cartagena de Desarrollo Espinosa Dávila & Cia. S.C.A. y Club Lagos de
Caujaral S.A. (VERMATRÍCULAS: http://1drv.ms/1Fm8h3w, http://1drv.ms/1K1VHM5, http://1drv.ms/1LUzKgq,http://1drv.ms/1I17tUL, http://1drv.ms/1KvHGEG y http://1drv.ms/1ByrL3n)
Poderosas sociedades que
registran en Cámara de Comercio activos por monto de $ 1.9 billones como
Inversiones Caujaral S.A.S. creada, según certificado mercantil, en julio de
2011.
Sociedades propietarias que
tienen un nombre en común: Sergio del Rosario Espinosa Posada. Presidente de la
Junta Directiva del Club Lagos del Caujaral y socio de las otras.
Salvo los expedientes que
alimenta judicialmente la Fiscalía 45 del Grupo contra Delitos del Medio
Ambiente, un reciente informe de investigación de la Contraloría General de la
República y las muy tibias y tardías actuaciones administrativas de la CRA de
ninguna otra autoridad se conoce decisión alguna tendiente a detener y
sancionar ejemplarmente lo ocurrido durante estos últimos años.
Razón por la cual el Grupo
de Litigio de Interés Público de la Universidad del Norte, en asocio con
el Levin College of Law de la Universidad de Florida y la
Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente –AIDA- solicitaron a la
Secretaría de la Convención RAMSAR que tome inmediatamente medidas de protección
respecto al Sitio Ramsar número 951 (Sistema Delta Estuarino del Río Magdalena,
Ciénaga Grande de Santa Marta). Sitio Ramsar que abarca no sólo a la Ciénaga
Grande de Santa Marta sino al complejo lagunar que componen todos los humedales
del Atlántico, incluido el Lago del Cisne. (VER SOLICITUD UNINORTE: http://1drv.ms/1AFmc8b)
Todo indica que el
calentamiento global está muy lejos de ser el causante del desastre del Lago
del Cisne y que más bien otros son los responsables de semejante vergüenza
ambiental.
ALEJANDRO ARIAS
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE
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