Los antecedentes del caso de
Camila Abuabara y la forma como se expuso su situación, los múltiples errores y
fallas evidenciadas en el sistema de salud y las reacciones de las autoridades
nos invitaban a pensar que el sistema de salud pública daría un giro positivo
en la mejora de la atención de este tipo de pacientes.
Pero la realidad muestra que
la salud en nuestro país sigue siendo un negocio siniestro en el que los
colombianos mueren irremediablemente cuando sus afecciones son graves y éstos
no cuentan con la capacidad de visibilización necesaria para dejar de ser
anónimos y políticamente convenientes a la hora de adoptar decisiones.
Jessica Johana Hernández
Martínez es una mujer de 27 años, madre cabeza de familia de 3 niños de 7, 6, 1
año de edad, diagnosticada con leucemia mieloide crónica desde el 8 de octubre
del 2011. Está afiliada como cotizante de la EPS Saludcoop y hoy literalmente
muere suplicando la atención debida al primero de sus derechos fundamentales:
la vida.
Su historia clínica revela
una delirante cronología de negligencias y abusos (VER HISTORIAS: http://1drv.ms/1zuNn2J)
El 9 de noviembre de 2011 el
Juzgado Noveno Civil Municipal de Bucaramanga mediante fallo de tutela amparó
los derechos fundamentales de Jessica y ordenó a Saludcoop EPS entregar de
forma inmediata el medicamento “hidroxiurea de 500 mg” habida cuenta que bajo
el prurito de no tener dicha droga Saludcoop ESP se negó a autorizar el
suministro de la misma. (VER
TUTELA: http://1drv.ms/1IrUO0y)
Cuando Saludcoop EPS quiso
dar cumplimiento al fallo de tutela las circunstancias de Jessica habían
empeorado y el 17 de noviembre del 2011 fue necesario modificar la prescripción
médica por otra droga: dasatinib de 100 mg. Pero al igual que como la
prescripción anterior Saludcoop EPS volvió a hacer burla respecto de su
obligación de suministro de la medicina prescrita y el 12 de mayo del 2012 los
médicos tratantes evidenciaron la progresión de la enfermedad.
El 05 de mayo del 2013 al
ser valorada se tuvo que las condiciones de Jessica se agravan debido a que para
la fecha cumplía cinco meses sin recibir el medicamento ordenado. Jessica
además estaba embarazada.
El 21 de agosto del 2013 una
Junta Médica Hemato-oncológica conceptuó la necesidad de desembarazar a Jessica
para poder dar inicio a la quimioterapia, debido a que presentaba elevación
progresiva de los leucocitos, asociado a calambres y alto riesgo fetal.
26 de agosto del 2013 Jessica,
para entonces con 25 años de edad y embarazo de 32,4 semanas, reagudizada su
situación debido a una leucocitosis severa más otras afecciones derivadas.
El 27 de agosto del 2013 es
hospitalizada para presuntamente iniciarle tratamiento de quimioterapia oral a
cuenta de que la leucemia mieloide pasó a fase crónica en progresión.
Circunstancia que se mantiene hasta el 5 de septiembre de 2013, día en que se
le practicó una cesárea.
7 de septiembre del
2013 la paciente con diagnóstico de
leucemia mieloide crónica en puerperio inmediato, comenta que no tiene
medicación en la casa por lo que se decide asumir el manejo por hematología e
iniciar trámites para su entrega.
Marzo de 2014, cinco meses
después de habérsele interrumpido el embarazo a Jessica, ninguna de las quimioterapias anunciadas le
fue practicada sin que Saludcoop EPS diera explicación alguna.
El 11 de julio del 2014 Jessica
manifestó mareos, cefalea y crecimiento del bazo, entre otras afecciones. Así
mismo denuncia cumplir tres meses sin recibir de Saludcoop EPS los medicamentos
prescritos por los médicos tratantes.
Desde el 20 de enero del
2015 hasta el día de hoy en el cuerpo de Jessica persisten la sensación de
distención abdominal y la pérdida de peso así como igualmente persiste en
denunciar que Saludcoop EPS no le entrega los medicamentos prescritos en forma
oportuna.
Jessica Hernández, una joven
mujer santandereana que cada mañana renueva sus fuerzas para abrazar con esperanzas
sus hijos y sacarlos adelante; renueva fuerzas para aferrarse al milagro de
encontrar un trabajo en su condición de madre cabeza de familia y no deja de
renovar sus fuerzas y fe para paliar contra una catastrófica enfermedad con la
que pareciera, no el destino, sino su sistema de salud pública querer matarla.
Jessica es otro caso más que evidencia, con el de Camila Abuara, que la salud no es un derecho fundamental sino un premeditado y criminal negocio contra las mujeres enfermas de cáncer en Colombia.
ALEJANDRO ARIAS
Jessica es otro caso más que evidencia, con el de Camila Abuara, que la salud no es un derecho fundamental sino un premeditado y criminal negocio contra las mujeres enfermas de cáncer en Colombia.
ALEJANDRO ARIAS
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE
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