sábado, 13 de septiembre de 2014

ESPECIAL - PLAN PARCIAL SOCIEDAD PORTUARIA

Confundir a un puerto con una ciudad y a una ciudad con un puerto es tarea del desarrollo histórico y cultura de ese territorio; puntualmente de tal asentamiento común, de su interdependencia. Pero, esto en la evolución antagónica de ambos, no muchas veces da como resultado un cuerpo unitario, ya que las velocidades de crecimiento y de demanda de un puerto, y hoy más que en otros momentos históricos, no tienen directa relación con las demandas y ofertas de la ciudad que lo acompaña.

Por ello, es necesario que ambas se complementen coordinando políticas comunes en torno a un plano de equivalencias de crecimiento y voluntad común sobre el territorio. Ejemplo de esto, es el caso del turismo en las ciudades portuarias. Que principalmente forza el desarrollo de un turismo especializado que ve en la ciudad su valor arquitectónico urbanístico y reconoce en ella un patrimonio cultural y un patrimonio industrial digno de ser visitado. ¿Por qué esto es tan potente en las ciudades portuarias más que en las de interior? Al parecer, porque en éstas aquello que llega desde el mar ha tenido una forma peculiar de asentarse en la tierra.

Aquello que se señala acerca del origen puntual de la ciudad portuaria, implica también la connotación de que esta puntualidad pueda ser centrada o descentrada, conformándose en su peculiaridad. El patrimonio y el paisaje portuario por un lado y las edificaciones e infraestructura urbana por el otro son un testimonio fundamental para interpretar la historia, la economía, la idiosincrasia de una ciudad y una sociedad.

En este sentido un aspecto fundamental para considerar, y que propicia el tratamiento adecuado de los espacios interfaz ciudad-puerto, es comprender la complejidad y variedad de los condicionantes que tienen estos territorios para su transformación que resultan ser limitados y están delimitados; presentan fuertes restricciones; están marcados por la topografía de los lugares; tienen memoria y calidad patrimonial y arquitectónica y reúnen dos elementos emblemáticos: la tierra y el agua.

Una tendencia contemporánea es que en general las Ciudades han modificado la estructura profunda de su perfil social, provocando en correspondencia un proceso de ocupación del suelo a un ritmo discontinuo, generando transformaciones urbanas a través del uso de planes parciales, muchas veces al margen de todo plan general, impactando en su ordenación tradicional y en la sustentabilidad de las infraestructuras y la calidad ambiental.

Se hace referencia en sí a un ciclo, en donde el territorio no tiene otra estrategia que la de adaptarse a las pautas de los procesos económicos y/o a las condiciones de la dinámica ciudadana. La cual, de este modo, se moviliza hacia y por las ciudades, en muchos casos, más por la necesidad antes que por una propuesta organizada de vida urbana, circunstancia que provoca directos efectos sobre el territorio al dar lugar a un crecimiento con permanentes desequilibrios.

Con diferencias, mundialmente conocidas, esta etapa parece encaminarse hacia la toma de conciencia y la necesidad de generar cambios en el rumbo de las políticas urbanas con el fin de promover un nuevo modelo de organización física que acompañe de otro modo las complejas condiciones de tipo social y económica.

Bajo estas condiciones, las ciudades puerto, necesitan asumir y responder a esta suma de exigencias, lo cual constituye transformarse en una nueva e importante centralidad urbana; transformando su perfil tradicional y brindando una renovada expectativa, tanto para la radicación de nuevos usos y usuarios, como para retener los ya existentes.

Por esta circunstancia, el desarrollo de esta nueva realidad urbana obliga a las Administraciones a disponer de una vocación claramente proactiva en relación con los proyectos de este tipo y asumirlo, que es con la ayuda del planeamiento estratégico, como un instrumento fundamental de participación, de concertación y de proyección, que la ciudad y el puerto puedan constituir un programa común y de calidad.

En ese sentido y como consecuencia de adoptar un camino de políticas estratégicas, las ciudades y los puertos, podrán planificar la calidad y el tipo futuro de cambio y/o expansión territorial, si logran generar un proyecto más adecuado para la percepción y los hábitos de la población y fundamentalmente para afirmar sus nuevas potencialidades, lo cual ha de poder mejorar la oferta de competitividad a nivel local, nacional e internacional con base a una serie de nuevos paradigmas:

Ciudad + Puerto = Territorio + Transformación + Nuevos paradigmas

Transformación = Cambios en la ocupación + Valor agregado en los programas de usos

Nuevos Paradigmas = Innovación + Conocimiento + Creatividad

Así la formación de un plan estratégico le habrá de permitir a las ciudades portuarias planificar su futuro con las previsiones de satisfacer, de forma eficiente, las necesidades globales creando las condiciones para operaciones especiales que marquen un sello propio y de calidad.

Estos proyectos deben contribuir a formar parte del imaginario y el deseo de los habitantes usuarios y desarrolladores, por disponer de un grado importante de especialización en los servicios, la producción, la residencia, el turismo y la recreación. Logrando de ese modo la base principal de su reconocimiento, al constituirse en un nuevo centro de la metrópolis al cual pertenecer, y por lo tanto, transformarse en la sede de acontecimientos de intensidad media – alta. Con propuestas de uso influidas por el lugar geográfico y por su capacidad de inserción en las redes de exportación e importación de personas, mercancías e información.

La idea que hoy se nos presenta para por fin insertar el Puerto de Santa Marta a la ciudad misma es un gigantesco paso en caminado a la transformación no solo urbana sino social. Este último tópico la más ambiciosa. (Descargar Presentación Proyecto: http://1drv.ms/1D21RYy)

Los samarios hemos estado históricamente inmersos en una penumbra de escepticismo e incredulidad que nos ha negado poder ver el futuro de Santa Marta con confianza.
Las ausencias de un sueño y de un líder que nos ponga a mirar una meta de desarrollo creíble y la suma de tantas obras inconclusas han dejado cicatrices que bien podemos empezar a sanar.

Como todo proyecto existen aspectos que resultan necesarios revisar de cara al plan de expansión parcial que se propone; especialmente en lo atinente a aspectos como la movilidad, que se atiene específicamente a lo proyectado en el Sistema Estratégico de Transporte Público.

Sistema que ha excluido otros factores que determinan la movilidad como el peatón, los motociclistas, los carros particulares, las concentraciones y elementos de atracción y que se ha circunscrito exclusivamente a la caracterización del transporte público, que además presenta evidentes fallas en las encuestas utilizadas, resulta una debilidad a la hora de definir necesidades y adoptar decisiones para el sector que impactan al resto de la ciudad.

Pero en términos generales, podría decirse que en la balanza de beneficios los puede tener todos. Ejemplos, la recuperación urbanística de los lugares más deprimidos; la descontaminación de la bahía de Santa Marta, una de las más contaminadas del continente; la solución de las problemáticas del alcantarillado sanitario, especialmente en sectores como pescaíto y 20 barrios más circunvecinos; la construcción del alcantarillado pluvial que desahoga el centro de la ciudad y por ende la otra mitad de la misma habida cuenta que estas aguas se han vertido, por la vía pública, al mar; el mejoramiento del emisario submarino con la construcción de las piscinas de oxidación para que las aguas servidas no se sigan vertiendo tal cual se recogen al fondo marino y la evidente transformación urbanística de nuestra principal cara como es la bahía son algunas de las obras que nos propone este Plan Parcial.

En suma, por ser este proyecto tan ambicioso su principal obstáculo será el que el común de los samarios crea en él. Credibilidad que le da el hecho que su financiación está cien por ciento garantizada y depende, en su totalidad, de la inversión privada. Bolsillo al que le duele el peso y está demostrado sí concluye obras.

Estamos frente al primer gran paso que en la era moderna debe asumir  nuestra ciudad: transformarse en función de un sueño.

El reto y la discusión ahora es creer.

PRESENTACIÓN PARCIAL DEL PROYECTO






























ALEJANDRO ARIAS
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE
Twiter: @ALEJANDRO_ARIA2
------------------------------------------------------
Toda persona que no desee recibir mis correos ruego por favor me informe
Este documento puede ser asimilado por las autoridades como una denuncia
Igualmente puede ser reproducido y publicado, parcial o totalmente, 
así como los soportes con los que se documenta. 
Para ello basta dar el crédito respectivo y respetar el sentido del autor.