Por Maribel Cortina
Del brazo de mi padre, quien
fue un acordeonero del Magdalena Grande, me despegué por vez primera para
conocer las maravillas de nuestro folclor en un Festival Vallenato, el del año
de 1985 donde ocupé el segundo lugar como acordeonera aficionada.
He sido tres veces segundo
lugar como acordeonera aficionada del Festival Vallenato -1985, 1986 y 1988- he
sido dos veces semifinalista en la categoría profesional -2000 y 2002- cuando
acaricié la posibilidad de ser reina del Festival Vallenato.
Como acordeonera profesional
conocí nuestro país y parte de Suramérica exponiendo nuestro folclor con las “Diosas
del Vallenato” acompañando la voz de Patricia Teheran (Q.E.P.D)
Soy testigo que el Festival
Vallenato es una maravillosa oportunidad para conservar nuestras tradiciones pero igualmente es un
reiterado homenaje de los hombres del Cesar y Valledupar para nosotras las
mujeres.
Nunca me he sentido
discriminada en medio del Festival Vallenato; por el contrario, el Festival
Vallenato ha dado vida a mi vida y esa es la razón por la que quiero ser su
reina.
Quiero con mi acordeón dar
testimonio al mundo de cómo el Festival de la Leyenda Vallenata alaba, respeta
y engrandece a la mujer colombiana.