El manual de redacción de El Tiempo enseña que la
confrontación o cruzamiento de fuentes es una obligación del periodista. Así
mismo precisa que en el manejo de la información que obtenga, el periodista
debe tomar las siguientes precauciones: a) establecer la idoneidad de la fuente
sobre el tema de la información, b) preguntarse si puede haber una razón oculta
para que la fuente exprese las opiniones que está emitiendo y c) que en el caso
de que pida no ser mencionado, preguntarse cuál es la razón de dicha solicitud.
En todo caso, agrega el manual, que la atribución de una
noticia a determinada fuente no exime al periodista de la responsabilidad que
resulte por haberla escrito.
A mí se me honró el pasado octubre de 2013 con un Premio
Nacional de Periodismo Simón Bolívar en calidad de fotografía de cuya autoría
nadie hasta ahora ha demostrado no sea su autor yo. Salvo dos intentos y
algunas elucubraciones que hicieron el portal “lasillavacía.com” con su
directora, una periodista y un par de colaboradores.
Un primer intento
bajo la responsabilidad periodística de Laura Ardila Arrieta.
Fundamentado principalmente en una entrevista y unas presuntas afirmaciones
hechas por el Presidente de Asotredp, Anibal Pérez Parra, de las cuales éste se
retractó unas horas después de haber sido publicada bajo el título “El ganador
del Simón Bolívar en fotografía no pudo haber tomado esas fotos” (Ver: http://bit.ly/Np4rlG). Rectificación que la misma
fuente produjo de forma libre y espontánea. (Ver: http://bit.ly/OFcLyT)
Y un segundo intento, que previo a su publicación, la
misma fuente Anibal Pérez Parra mediante chat solicitó la no publicación de la
entrevista concedida al periodista
Gabriel Padilla. Solicitud que hizo de forma directa y que está probada en la
misma nota divulgada. Nota que versaba sobre el mismo tema de la publicación
anterior y entrevista que se había grabado con anterioridad a la retracción de
cuyo conocimiento el mismo portal había dado cuenta.
Publicación que no obstante que su única fuente
fundamental se había retractado fue divulgada so pretexto que “Pérez había
hablado con nosotros on the record, dando su nombre y cara, en un primer
momento, pero (pocos minutos después de que La Silla llamara a Arias para
consultarlo) se comunicó con nosotros para pedir que protegiéramos su identidad
porque Arias les llevaba unos casos de enfermos de la Drummond como abogado”. Y
a juicio del portal “lasillavacía.com” y la señora Juanita León esto viciaba la
voluntad de quien ahora se retractaba razón por la cual decidieron revelar el
nombre de su fuente junto con sus afirmaciones. (Ver: http://bit.ly/1gA14B9)
Lo que la señora Juanita León ni el portal
“lasillavacía.com” corroboraron fue que fuera cierto aquello de que yo “llevaba
unos casos de enfermos de la Drummond como abogado”.
Excusa ésta mentirosa porque yo, Alejandro Arias, nunca
he sido ni asesor ni consultor ni apoderado ni empleado ni contratista ni
vocero ni nada que se le parezca de Asotredp ni de Pérez Parra ni de ninguno de
sus afiliados, sin importar que éstos estuvieran enfermos o sanos.
Otro punto que quisieron exhibir como tendencioso y que a
juicio de la señora Juanita León y el portal “lasillavacía.com” viciaba supuestamente
la voluntad de Pérez Parra fue el que éste hubiere estado en mi apartamento.
Cierto que el señor Anibal Pérez Parra visitó mi
apartamento. Pero nunca dijo la señora Juanita León ni el portal
“lasillavacía.com” que Anibal Pérez Parra fue por su voluntad, que ingresó al
edificio y a mi residencia acompañado del esquema de seguridad que la Unidad
Nacional de Protección le tiene asignado. Esquema que ingresó portando sus
armas de dotación y sin restricción alguna para el cumplimiento de sus deberes de
protección. Que tanto Pérez Parra como sus escoltas se sentaron en la sala de
mi casa y mientras él me comentaba su decisión de retracto y su molestia por la
publicación sus escoltas escuchaban lo conversado mientras bebían las gaseosas
que se les había ofrecido y servido.
Cuando Anibal Pérez abandonó mi casa se dieron tres
situaciones: la primera que nunca fui informado que, además del audio de cuyo
contenido se retractó, también existiera un video. La segunda, que nunca tuve
conocimiento que Pérez Parra mientras conmigo hablaba intercambiaba chat con el
señor Gabriel Padilla y menos que Pérez Parra pedía a Padilla no publicara
dicho video y la tercera que desconociendo todo lo anterior despedí en la
puerta del ascensor a Pérez Parra con un abrazo solidario.
Pregunto: ¿dónde está el pecado de que Pérez Parra
hubiere estado en mi casa? ¿Dónde debo encontrar la justificación para que de
mí se sospechara so pretexto de haber incidido para que Pérez Parra pidiera a
Padilla no publicara un dichoso video de cuya existencia no tenía noticia?.
Supuso y afirmó la señora Juanita León en su publicación
que mis motivaciones adversas contra el señor Gabriel Padilla estaban asociadas
a una supuesta denuncia que impetré ante la Fiscalía General de la Nación
contra la directora de Noticias Uno y el periodista de ese Noticiero, Gabriel
Padilla.
Otro supuesto y otra afirmación falsa de la señora
Directora del portal “lasillavacía.com”. Si la renombrada periodista se hubiera
tomado el trabajo de corroborar esa información y por ello hubiere leído el
contenido de la denuncia se hubiera percatado que la señora Directora de
Noticias Uno y el señor Gabriel Padilla figuran relacionados en dicha denuncia
para que sean citados con fines probatorios y no en calidad de denunciados como
afirmó.
Como una prueba más de que yo no había tomado las
fotografías premiadas presentaron como novedad el que un periódico local había
mostrado dichas fotos primero que yo en mi blog. Nunca se les ocurrió
preguntarme para poder decirles que esto no era un hecho novedoso y que no una
sino varias veces este tema fue objeto de explicación pública. Y que recuerde,
la última vez que lo traté lo hice el 14 de noviembre de 2013 en mi cuenta
pública de facebook:
Hoy no admite discusión que el tal periódico al exhibir
las fotos primero que yo ningún trabajo periodístico hizo. Pues sobre el
dichoso incidente nada publicó. Seguramente por eso, no obstante haberlas
mostrado primero, nadie se enteró y nada pasó.
Concluyeron en el portal “lasillavacía.com”, y así
informaron, que era imposible que yo hubiera tomado las fotos por las que me
honró Seguros Bolívar con un Premio porque a juicio de éstos ingresar a la zona
del puerto de la empresa Drummond Ltd. era un imposible comparable a entrar a
la embajada Americana.
Seguramente ello será así para las periodistas Juanita
León, Laura Ardila, Gabriel Padilla o los periodistas del tal periódico local
quienes por andar traicionando a sus fuentes les resulta difícil encontrar
ayuda eficaz.
No así sucede conmigo. Este es un ejemplo de cómo informó
el periodista de Blu Radio, Heberto Amor, el día 8 de enero de 2014.
Literalmente informó en las mismísimas instalaciones del puerto de Drummond
Ltd.
Expresé de forma privada al señor doctor Héctor Abad
Faciolince, al requerir de mi la versión sobre cómo obtuve las fotografías, que
si para seguir ostentando el Premio con el que se me había honrado debía
revelar mis fuentes entonces me informara la dirección y el número de cuenta
para devolvérselo junto con los dineros recibidos. Le expuse además que yo
jamás revelaría ni violaría la confianza que un grupo de personas depositó en
mi. Que Jamás actuaría, bajo ningún pretexto,
de la misma forma como lo hicieron el portal “lasillavacía.com” y su
Directora Juanita León con Anibal Pérez Parra.
Agregué al señor doctor Hector Abad Faciolince que esto
ya no se trataba de la defensa por la tenencia de un premio sino por la defensa
de mi dignidad y mi reputación como persona y periodista, las que consideraba
ultrajadas paradójicamente por un portal periodístico que dice enarbolar las
banderas de los derechos humanos y el respeto por la gente.
El portal “lasillavacía.com”, su Directora Juanita León y
su periodista Laura Ardila Arrieta no solo atropellaron a un hombre como Anibal
Pérez que creyó en la ética periodística de éstos sino que los mismos
pretendieron de manera abierta y descarada eliminarme, si no físicamente si
moral y periodísticamente. Y por ello deben responder judicialmente y en lo posible
tendrán que resarcir los daños materiales y morales causados a mi buen nombre,
a mi actividad como periodista y a mi familia.
Ahora, no por petición mía sino por solicitud de un grupo
de trabajadores y extrabajadores de la Drummond Ltd. hago público el siguiente
comunicado:
Firmantes que gracias a la contaminación descarada y
criminal de la empresa Drummond Ltd. hoy son portadores de estos pulmones:
Tragedia y drama personal y familiar de estos enfermos
que he venido denunciando pero que al amparo de pretender masacrarme como
periodista el portal “lasillavacía.com”, su Directora Juanita León, su
periodista Laura Ardila Arrieta y demás colaboradores hábilmente quisieron
invisibilizar para en cambio embutirnos soterradamente el cuento de que “Los
grandes mineros hacen un acto de contrición” en Colombia (Ver: http://bit.ly/1cSBzMj).
Como si por hacer anuncios de autocríticas debiéramos
creer que quedaron compensadas las
muchas familias pobres colombianas que en la mayoría de los casos sufren en el
anonimato la enfermedad de sus seres queridos o, en el peor de los casos, deben
rumiar en la impunidad la tristeza de enterrarlos por cuenta de la
contaminación indiscriminada de estos grandes mineros hoy ensalzados por este
portal y sus periodistas.
No por cuenta de este aleve ataque dejaré de trabajar en
pro de hacer visible y lograr algún día se haga justicia con todos estos
anónimos enfermos y muertos que ha dejado el negocio del carbón. No me
intimidan La Silla Vacía, sus fechorías y los otros pillos.
ALEJANDRO ARIAS
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE
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