jueves, 27 de febrero de 2014

LA SILLA VACÍA, SUS FECHORÍAS Y LOS OTROS PILLOS

El manual de redacción de El Tiempo enseña que la confrontación o cruzamiento de fuentes es una obligación del periodista. Así mismo precisa que en el manejo de la información que obtenga, el periodista debe tomar las siguientes precauciones: a) establecer la idoneidad de la fuente sobre el tema de la información, b) preguntarse si puede haber una razón oculta para que la fuente exprese las opiniones que está emitiendo y c) que en el caso de que pida no ser mencionado, preguntarse cuál es la razón de dicha solicitud.

En todo caso, agrega el manual, que la atribución de una noticia a determinada fuente no exime al periodista de la responsabilidad que resulte por haberla escrito.

A mí se me honró el pasado octubre de 2013 con un Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en calidad de fotografía de cuya autoría nadie hasta ahora ha demostrado no sea su autor yo. Salvo dos intentos y algunas elucubraciones que hicieron el portal “lasillavacía.com” con su directora, una periodista y un par de colaboradores.

Un primer intento  bajo la responsabilidad periodística de Laura Ardila Arrieta. Fundamentado principalmente en una entrevista y unas presuntas afirmaciones hechas por el Presidente de Asotredp, Anibal Pérez Parra, de las cuales éste se retractó unas horas después de haber sido publicada bajo el título “El ganador del Simón Bolívar en fotografía no pudo haber tomado esas fotos” (Ver: http://bit.ly/Np4rlG). Rectificación que la misma fuente produjo de forma libre y espontánea. (Ver: http://bit.ly/OFcLyT)

Y un segundo intento, que previo a su publicación, la misma fuente Anibal Pérez Parra mediante chat solicitó la no publicación de la entrevista concedida al  periodista Gabriel Padilla. Solicitud que hizo de forma directa y que está probada en la misma nota divulgada. Nota que versaba sobre el mismo tema de la publicación anterior y entrevista que se había grabado con anterioridad a la retracción de cuyo conocimiento el mismo portal había dado cuenta.

Publicación que no obstante que su única fuente fundamental se había retractado fue divulgada so pretexto que “Pérez había hablado con nosotros on the record, dando su nombre y cara, en un primer momento, pero (pocos minutos después de que La Silla llamara a Arias para consultarlo) se comunicó con nosotros para pedir que protegiéramos su identidad porque Arias les llevaba unos casos de enfermos de la Drummond como abogado”. Y a juicio del portal “lasillavacía.com” y la señora Juanita León esto viciaba la voluntad de quien ahora se retractaba razón por la cual decidieron revelar el nombre de su fuente junto con sus afirmaciones. (Ver: http://bit.ly/1gA14B9)   

Lo que la señora Juanita León ni el portal “lasillavacía.com” corroboraron fue que fuera cierto aquello de que yo “llevaba unos casos de enfermos de la Drummond como abogado”.

Excusa ésta mentirosa porque yo, Alejandro Arias, nunca he sido ni asesor ni consultor ni apoderado ni empleado ni contratista ni vocero ni nada que se le parezca de Asotredp ni de Pérez Parra ni de ninguno de sus afiliados, sin importar que éstos estuvieran enfermos o sanos.

Otro punto que quisieron exhibir como tendencioso y que a juicio de la señora Juanita León y el portal “lasillavacía.com” viciaba supuestamente la voluntad de Pérez Parra fue el que éste hubiere estado en mi apartamento.

Cierto que el señor Anibal Pérez Parra visitó mi apartamento. Pero nunca dijo la señora Juanita León ni el portal “lasillavacía.com” que Anibal Pérez Parra fue por su voluntad, que ingresó al edificio y a mi residencia acompañado del esquema de seguridad que la Unidad Nacional de Protección le tiene asignado. Esquema que ingresó portando sus armas de dotación y sin restricción alguna para el cumplimiento de sus deberes de protección. Que tanto Pérez Parra como sus escoltas se sentaron en la sala de mi casa y mientras él me comentaba su decisión de retracto y su molestia por la publicación sus escoltas escuchaban lo conversado mientras bebían las gaseosas que se les había ofrecido y servido.

Cuando Anibal Pérez abandonó mi casa se dieron tres situaciones: la primera que nunca fui informado que, además del audio de cuyo contenido se retractó, también existiera un video. La segunda, que nunca tuve conocimiento que Pérez Parra mientras conmigo hablaba intercambiaba chat con el señor Gabriel Padilla y menos que Pérez Parra pedía a Padilla no publicara dicho video y la tercera que desconociendo todo lo anterior despedí en la puerta del ascensor a Pérez Parra con un abrazo solidario.

Pregunto: ¿dónde está el pecado de que Pérez Parra hubiere estado en mi casa? ¿Dónde debo encontrar la justificación para que de mí se sospechara so pretexto de haber incidido para que Pérez Parra pidiera a Padilla no publicara un dichoso video de cuya existencia no tenía noticia?.

Supuso y afirmó la señora Juanita León en su publicación que mis motivaciones adversas contra el señor Gabriel Padilla estaban asociadas a una supuesta denuncia que impetré ante la Fiscalía General de la Nación contra la directora de Noticias Uno y el periodista de ese Noticiero, Gabriel Padilla.

Otro supuesto y otra afirmación falsa de la señora Directora del portal “lasillavacía.com”. Si la renombrada periodista se hubiera tomado el trabajo de corroborar esa información y por ello hubiere leído el contenido de la denuncia se hubiera percatado que la señora Directora de Noticias Uno y el señor Gabriel Padilla figuran relacionados en dicha denuncia para que sean citados con fines probatorios y no en calidad de denunciados como afirmó.

Como una prueba más de que yo no había tomado las fotografías premiadas presentaron como novedad el que un periódico local había mostrado dichas fotos primero que yo en mi blog. Nunca se les ocurrió preguntarme para poder decirles que esto no era un hecho novedoso y que no una sino varias veces este tema fue objeto de explicación pública. Y que recuerde, la última vez que lo traté lo hice el 14 de noviembre de 2013 en mi cuenta pública de facebook:



Hoy no admite discusión que el tal periódico al exhibir las fotos primero que yo ningún trabajo periodístico hizo. Pues sobre el dichoso incidente nada publicó. Seguramente por eso, no obstante haberlas mostrado primero, nadie se enteró y nada pasó.

Concluyeron en el portal “lasillavacía.com”, y así informaron, que era imposible que yo hubiera tomado las fotos por las que me honró Seguros Bolívar con un Premio porque a juicio de éstos ingresar a la zona del puerto de la empresa Drummond Ltd. era un imposible comparable a entrar a la embajada Americana.

Seguramente ello será así para las periodistas Juanita León, Laura Ardila, Gabriel Padilla o los periodistas del tal periódico local quienes por andar traicionando a sus fuentes les resulta difícil encontrar ayuda eficaz.

No así sucede conmigo. Este es un ejemplo de cómo informó el periodista de Blu Radio, Heberto Amor, el día 8 de enero de 2014. Literalmente informó en las mismísimas instalaciones del puerto de Drummond Ltd.

                                                                                                                                    
Expresé de forma privada al señor doctor Héctor Abad Faciolince, al requerir de mi la versión sobre cómo obtuve las fotografías, que si para seguir ostentando el Premio con el que se me había honrado debía revelar mis fuentes entonces me informara la dirección y el número de cuenta para devolvérselo junto con los dineros recibidos. Le expuse además que yo jamás revelaría ni violaría la confianza que un grupo de personas depositó en mi. Que Jamás actuaría, bajo ningún pretexto,  de la misma forma como lo hicieron el portal “lasillavacía.com” y su Directora Juanita León con Anibal Pérez Parra.

Agregué al señor doctor Hector Abad Faciolince que esto ya no se trataba de la defensa por la tenencia de un premio sino por la defensa de mi dignidad y mi reputación como persona y periodista, las que consideraba ultrajadas paradójicamente por un portal periodístico que dice enarbolar las banderas de los derechos humanos y el respeto por la gente.

El portal “lasillavacía.com”, su Directora Juanita León y su periodista Laura Ardila Arrieta no solo atropellaron a un hombre como Anibal Pérez que creyó en la ética periodística de éstos sino que los mismos pretendieron de manera abierta y descarada eliminarme, si no físicamente si moral y periodísticamente. Y por ello deben responder judicialmente y en lo posible tendrán que resarcir los daños materiales y morales causados a mi buen nombre, a mi actividad como periodista y a mi familia.

Ahora, no por petición mía sino por solicitud de un grupo de trabajadores y extrabajadores de la Drummond Ltd. hago público el siguiente comunicado:




Firmantes que gracias a la contaminación descarada y criminal de la empresa Drummond Ltd. hoy son portadores de estos pulmones:

     






Tragedia y drama personal y familiar de estos enfermos que he venido denunciando pero que al amparo de pretender masacrarme como periodista el portal “lasillavacía.com”, su Directora Juanita León, su periodista Laura Ardila Arrieta y demás colaboradores hábilmente quisieron invisibilizar para en cambio embutirnos soterradamente el cuento de que “Los grandes mineros hacen un acto de contrición” en Colombia (Ver: http://bit.ly/1cSBzMj).

Como si por hacer anuncios de autocríticas debiéramos creer que quedaron  compensadas las muchas familias pobres colombianas que en la mayoría de los casos sufren en el anonimato la enfermedad de sus seres queridos o, en el peor de los casos, deben rumiar en la impunidad la tristeza de enterrarlos por cuenta de la contaminación indiscriminada de estos grandes mineros hoy ensalzados por este portal y sus periodistas.  

No por cuenta de este aleve ataque dejaré de trabajar en pro de hacer visible y lograr algún día se haga justicia con todos estos anónimos enfermos y muertos que ha dejado el negocio del carbón. No me intimidan La Silla Vacía, sus fechorías y los otros pillos.

ALEJANDRO ARIAS
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE
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