En Santa
Marta un escándalo sepulta a otro escándalo.
Sólo
en 15 días Santa Marta ha visto su nombre escrito en las páginas nacionales
protagonizando escenarios lúgubres y vergonzosos que mantienen viva aquella
historia de la maldición del obispo de la que pareciera jamás saldremos.
Un
Alcalde sindicado cuyo principal enemigo es él mismo.
Bandas
criminales que azotan a toda la ciudad y negocian la vida de los comerciantes a
precio de granadas, sólo una de ellas costó la vida de 4 personas y dejó
heridas a 57.
Las
aguas putrefactas son pan de cada día y la corrupción pulula en las secretarías
de despacho con total impunidad como si éstas tan solo se trataran de mariposas
amarillas.
Hoy,
la vergonzosa novela nos viene por cuenta del Six Senses.
La
misma que dejó de ser Six para darle paso al AIS conforme lo hizo público
Noticias Uno (Ver Top
Secret: http://bit.ly/QXn6m9). Claro
que esta es la versión corta.
La versión
ampliada dice que Claudia Dávila Zuñiga es esposa de Nicolás Simón Solano Tribín
beneficiario de dos subsidios de AIS. El primero por valor de $ 408.291.092 a
través de la sociedad INAGRO S.A. NIT. 8190011620 y otro a título personal por
valor de $ 455.891.242. Dávila Zuñiga, también es cuñada de Gustavo Solano
Tribín beneficiario de otro subsidio por valor de $ 418.881.425.
Entre
los socios del proyecto se cuentan al Grupo Daabon, propietarios del 10% del
proyecto, según confirmaron a lasillavacía.com también beneficiarios de AIS por
más de $ 2.400 millones.
Que
de acuerdo con la publicación de la revista semana (Ver http://bit.ly/ThpqHX) Proexport es una de las principales impulsoras
de este proyecto en el Tayrona. Y pareciera no ser coincidente este apoyo pues
también comparten la calidad de beneficiarios de los subsidios de AIS con la
familia de la Directora de esta entidad estatal.
La
Directora de Proexport, María Claudia Lacouture Pinedo, es cuñada de Juan
Carlos Dávila Abondano, miembro de la familia del Grupo Daabon socios del
proyecto Six Senses y hoy vinculado al proceso judicial de AIS por haber sido
beneficiado de este subsidio con $ 247.492.800.
María
Claudia Laouture Pinedo también tiene un capítulo particular en este lío
judicial habida cuenta que su familia fue beneficiaria de los subsidios de AIS.
El
padre de María Claudia Lacouture Pinedo, Alfredo Lacouture Dangond, recibió $
474 millones en subsidios en 2007 y $ 457 millones en 2008; la madre, Isabel Mónica Pinedo, $ 399
millones en 2008; sus hermanos Alberto
Mario $ 471 millones en 2007 y $ 366 millones en 2008, Victoria Eugenia, $ 353
millones en 2008 y Alfredo Luis $ 412 millones en 2008.
Todos fueron
adjudicados para proyectos de riego y drenaje en Pueblo Viejo, una población
que, según el programa presidencial Acción Social, alberga a cerca de 3.000
desplazados por la violencia.
La
familia Lacouture Pinedo también recibió subsidios no reembolsables por medio
de dos empresas de su propiedad: C.I. El Roble $ 472 millones en 2007 y $ 416 millones en 2008
y C.I. Palomino S.A. con $ 479 millones en 2008, de cuya junta directiva hacía
parte la hoy Directora de Proexport cuando fungía el cargo de Directora de la
estatal “Colombia es Pasión”.
La
nueva novela demuestra que los promotores del Six Senses no descansan en la utilización
de todos los métodos posibles para alcanzar sus meta: doblegar al Gobierno para
entrar al Tayrona.
Los nuevos
instrumentos de presión son los indígenas. En este caso el Cabildo Gobernador y
un líder de la comunidad Arhuaca quienes en un video terminaron avalando y
renunciando a las consultas previas, en nombre de las comunidades indígenas, en
favor del proyecto hotelero. (Ver Video El Espectador: http://bit.ly/RtwbVk)
Pero
este aval tuvo precio. Bajo la promesa de que los promotores del Six Senses titularían en favor
del resguardo indígena un número importante de hectáreas de las que ya tienen
tituladas en el Parque Tayrona estos señores terminaron abdicando los principios
y directrices de protección e intocabilidad de los sitios sagrados de la línea
negra. Así lo confirmó uno de los asistentes a dicha reunión según lo relató el
Arhuaco Gelver Zapata Izquierdo (Escuchar audio: http://sdrv.ms/TWODT4)
El
engaño estuvo en que para la fecha de la reunión, 20 y 21 de octubre de 2012,
ya era sabido que ni un solo centímetro del Parque Tayrona, aún las porciones
hoy tituladas en favor de privados, podía ni se puede ni se podrá transferir a
un tercero que no sea el Estado mismo. Así consta en los certificados de
libertad y tradición (Ver
Matrículas inmobiliarias: http://sdrv.ms/UlNPrf
y http://sdrv.ms/Ppw6C9)
Por
fortuna para los colombianos el Superintendente de Notariado y Registro, el
Ministerio de Ambiente y Desarrollo y la Dirección Nacional de Parques
Naturales lograron intervenir en favor de la nación todos estos territorios del
Parque Tayrona que en otrora se feriaban con total impunidad. Pero eso nunca se
le dijo a los indígenas porque el aval había que recibirse así fuera fraguando
semejante engaño.
Razón
tiene hoy El Espectador cuando en su editorial sentencia que es mucho más que
una consulta indígena “Lo que está en juego en el parque Tayrona” (Ver http://bit.ly/PnhHGJ).
Twitter: @ALEJANDRO_ARIA2
E-mail: alejandroarias@dialnet.net.co
MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN DE PERIODISTAS INDEPENDIENTES DE COLOMBIA - A.P.I.C
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