jueves, 1 de noviembre de 2012

SIX SENSES: ASÍ SE FRAGUÓ EL ENGAÑO A INDÍGENAS


En Santa Marta un escándalo sepulta a otro escándalo.

Sólo en 15 días Santa Marta ha visto su nombre escrito en las páginas nacionales protagonizando escenarios lúgubres y vergonzosos que mantienen viva aquella historia de la maldición del obispo de la que pareciera jamás saldremos.

Un Alcalde sindicado cuyo principal enemigo es él mismo.

Bandas criminales que azotan a toda la ciudad y negocian la vida de los comerciantes a precio de granadas, sólo una de ellas costó la vida de 4 personas y dejó heridas a 57.

Las aguas putrefactas son pan de cada día y la corrupción pulula en las secretarías de despacho con total impunidad como si éstas tan solo se trataran de mariposas amarillas.

Hoy, la vergonzosa novela nos viene por cuenta del Six Senses.

La misma que dejó de ser Six para darle paso al AIS conforme lo hizo público Noticias Uno (Ver Top Secret: http://bit.ly/QXn6m9). Claro que esta es la versión corta.

La versión ampliada dice que Claudia Dávila Zuñiga es esposa de Nicolás Simón Solano Tribín beneficiario de dos subsidios de AIS. El primero por valor de $ 408.291.092 a través de la sociedad INAGRO S.A. NIT. 8190011620 y otro a título personal por valor de                          $ 455.891.242. Dávila Zuñiga, también es cuñada de Gustavo Solano Tribín beneficiario de otro subsidio por valor de $ 418.881.425.

Entre los socios del proyecto se cuentan al Grupo Daabon, propietarios del 10% del proyecto, según confirmaron a lasillavacía.com también beneficiarios de AIS por más de $ 2.400 millones. 

Que de acuerdo con la publicación de la revista semana (Ver http://bit.ly/ThpqHX)  Proexport es una de las principales impulsoras de este proyecto en el Tayrona. Y pareciera no ser coincidente este apoyo pues también comparten la calidad de beneficiarios de los subsidios de AIS con la familia de la Directora de esta entidad estatal.

La Directora de Proexport, María Claudia Lacouture Pinedo, es cuñada de Juan Carlos Dávila Abondano, miembro de la familia del Grupo Daabon socios del proyecto Six Senses y hoy vinculado al proceso judicial de AIS por haber sido beneficiado de este subsidio con                  $ 247.492.800.

María Claudia Laouture Pinedo también tiene un capítulo particular en este lío judicial habida cuenta que su familia fue beneficiaria de los subsidios de AIS.

El padre de María Claudia Lacouture Pinedo, Alfredo Lacouture Dangond, recibió $ 474 millones en subsidios en 2007 y $ 457 millones en 2008;  la madre, Isabel Mónica Pinedo, $ 399 millones en 2008;  sus hermanos Alberto Mario $ 471 millones en 2007 y $ 366 millones en 2008, Victoria Eugenia, $ 353 millones en 2008 y Alfredo Luis $ 412 millones en 2008.

 Todos fueron adjudicados para proyectos de riego y drenaje en Pueblo Viejo, una población que, según el programa presidencial Acción Social, alberga a cerca de 3.000 desplazados por la violencia.  

La familia Lacouture Pinedo también recibió subsidios no reembolsables por medio de dos empresas de su propiedad: C.I. El Roble $  472 millones en 2007 y $ 416 millones en 2008 y C.I. Palomino S.A. con $ 479 millones en 2008, de cuya junta directiva hacía parte la hoy Directora de Proexport cuando fungía el cargo de Directora de la estatal “Colombia es Pasión”.

La nueva novela demuestra que los promotores del Six Senses no descansan en la utilización de todos los métodos posibles para alcanzar sus meta: doblegar al Gobierno para entrar al Tayrona.

Los nuevos instrumentos de presión son los indígenas. En este caso el Cabildo Gobernador y un líder de la comunidad Arhuaca quienes en un video terminaron avalando y renunciando a las consultas previas, en nombre de las comunidades indígenas, en favor del proyecto hotelero. (Ver Video El Espectador: http://bit.ly/RtwbVk)

Pero este aval tuvo precio. Bajo la promesa de que los  promotores del Six Senses titularían en favor del resguardo indígena un número importante de hectáreas de las que ya tienen tituladas en el Parque Tayrona estos señores terminaron abdicando los principios y directrices de protección e intocabilidad de los sitios sagrados de la línea negra. Así lo confirmó uno de los asistentes a dicha reunión según lo relató el Arhuaco Gelver Zapata Izquierdo (Escuchar audio: http://sdrv.ms/TWODT4)

El engaño estuvo en que para la fecha de la reunión, 20 y 21 de octubre de 2012, ya era sabido que ni un solo centímetro del Parque Tayrona, aún las porciones hoy tituladas en favor de privados, podía ni se puede ni se podrá transferir a un tercero que no sea el Estado mismo. Así consta en los certificados de libertad y tradición (Ver Matrículas inmobiliarias: http://sdrv.ms/UlNPrf y http://sdrv.ms/Ppw6C9)

Por fortuna para los colombianos el Superintendente de Notariado y Registro, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo y la Dirección Nacional de Parques Naturales lograron intervenir en favor de la nación todos estos territorios del Parque Tayrona que en otrora se feriaban con total impunidad. Pero eso nunca se le dijo a los indígenas porque el aval había que recibirse así fuera fraguando semejante engaño.

Razón tiene hoy El Espectador cuando en su editorial sentencia que es mucho más que una consulta indígena “Lo que está en juego en el parque Tayrona” (Ver http://bit.ly/PnhHGJ).  


Twitter: @ALEJANDRO_ARIA2
E-mail: alejandroarias@dialnet.net.co
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