Según Jordy Borja "El
espacio público define la calidad de la ciudad, porque indica la calidad de
vida de la gente y la cualidad de la ciudadanía de sus habitantes”.
La calidad del espacio público
se puede evaluar por la intensidad y la calidad de las relaciones sociales que
facilita, por su capacidad de acoger y mezclar distintos grupos y
comportamientos y por su capacidad de estimular la identificación simbólica, la
expresión y la integración cultural.
La construcción de un espacio
público saludable depende directamente de una adecuada combinación de movilidad
y accesibilidad. Los espacios más seguros, solidarios y saludables son aquellos
donde accede la mayor cantidad de personas, de muy diversos orígenes, poder
económico y trayectorias de vida.
Las vías públicas potencian no
solo la cohesión social sino también la actividad física; es decir, las calles
no deberían ser solo para transportarse sino, sobre todo, para mejorar el
bienestar de las personas que las transitan y de las que viven o trabajan
próximas a dicho espacio público.
La cohesión social designa, en
sociología, el grado de consenso de los miembros de un grupo social o la
percepción de pertenencia a un proyecto o situación común.
Tal es la importancia de la
regulación y recuperación del espacio público que hasta la misma Corte
Constitucional ha dejado antecedentes jurisprudenciales respecto de la
obligación de los mandatarios locales de garantizar a los ciudadanos el
disfrute del mismo.
En reiteradas oportunidades el
entonces candidato Rafael Martínez, hoy Alcalde Distrital de Santa Marta,
expresó su compromiso de devolverle el espacio público a los samarios
entendiendo éste como un paso esencial para alcanzar el cambio y la
transformación que avanza en la ciudad.
Pasados los primeros cien días
de su administración resulta conveniente recordar este compromiso porque si la
ciudad ha de cambiar es urgente se haga en lo fundamental, en lo más visible y
en lo más sensible de una sociedad organizada.
Tarea que sin lugar a dudas tendrá
a las mayorías respaldándole y por lo que su legitimación está garantizada si además
se repasan las características generales de quienes ocupan el espacio público. No
precisamente desvalidos ni personas en condiciones de debilidad y abandono.
Para marzo de 2012 según la “Línea
de Base socioeconómica de los vendedores informales de Santa Marta” publicado
por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD se
identificaron 1.126 vendedores informales de los cuales el 51% se encuentra
ubicado en la carrera 5; el 17% en la Avenida del Ferrocarril y 10% en la calle
30. El restante 21.5% de los vendedores censados se encuentra localizado en las
Avenidas del Río, estudiantes, carrera 19 y calle 22.
De ese universo de vendedores
informales sólo el 23 por ciento resultó estar en las calles a causa del
desplazamiento por el conflicto interno.
A diferencia del discurso
mediático generalizado de quienes ocupan ilegalmente el espacio público para el
caso samario tenemos que el 48% de los vendedores vive en su propia vivienda
totalmente pagada y otro 2.7% la está pagando. La ganancia media mensual
reportada por ejercer las ventas en el espacio público (año 2012) oscilaba
entre un salario mínimos legal mensual y $3 millones.
Sólo en la carrera quinta se
identificaron 42 vendedores con más de un puesto de ventas, el 8 por ciento señala
ser contratados por un tercero, el 12 por ciento paga vigilancia o una cuota a
un tercero; otro 5 por ciento está agrupado con otros vendedores y el 42 por
ciento señala llegar temprano para no perder el lugar de trabajo. Del total de
los vendedores identificados sólo el 35 por ciento reporta tener carné expedido
por la alcaldía.
La buena noticia es que el 86
por ciento de los vendedores quieren constituir un negocio y estarían
interesados en obtener un crédito y el 72 por ciento desea recibir algún tipo
de capacitación que acompañe su decisión de relocalización, constitución de un
negocio o para la obtención de un empleo.
Para recuperar el resto del
espacio público, ocupado en su mayoría por negocios formales con actividades
informales (tiendas hechas cantinas, almacenes con mostradores sobre andenes,
cantinas con mobiliario sobre aceras y calles, supermercados con realizaciones
en parqueaderos y separadores, etc.) no requieren caracterización alguna sino
mano firme y decidida por parte de la autoridad.
Y esta ciudad en materia de
disciplina está urgida, tanto como de poder disfrutar del espacio público. Promesa
es promesa.
DE
ÑAPA:
HOY EN SEMANA TV
Hospital por hospital,
develaremos el estado de la salud pública del Departamento del Magdalena. El
reparto con milimetría política de los hospitales y a quiénes se los
entregaron.
Avances del programa vía
Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=qJ_rAMb99iU
Esta noche a las 8pm en
directo por SANTA MARTA TV y por internet e incluso en su celular por http://www.santamartatv.com/p/senal-en-vivo.html?m=1
ALEJANDRO ARIAS
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE
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