domingo, 10 de febrero de 2013

PARQUE TAYRONA: ESTA SEMANA TRIBUNAL DECIDIRÁ


Esta semana debe fallar el Tribunal Administrativo del Magdalena las tutelas que bajo el liderazgo de Clara López Obregón radicó la Fundación Misión Colombia -  FMC y con las cuales se pretende dejar sin efectos la licencia ambiental proferida para la construcción del Proyecto Ecoturístico Los Ciruelos y el contrato de Concesión suscrito en favor de la Unión Temporal Parque Tayrona.

En ambas tutelas la FMC actuó como agente oficioso de las comunidades indígenas de la SNSM y se sustentaron en el mismo argumento constitucional: se vulneró, en ambos casos, los derechos fundamentales colectivos de los pueblos indígenas a las consultas previas.

En desarrollo de la actuación judicial la Confederación Indígena Tayrona se pronunció mediante escrito suscrito por 14 Mamus Mayores respaldando y coadyuvando las solicitudes de las demandas (Ver CARTA MAMUS APOYO DDA CIRUELOS: http://sdrv.ms/V6YH0J y CARTA APOYO MAMUS DDA CONCESION: http://sdrv.ms/Z2btRE), tanto así que uno de esos Mamus Mayores, Mamu Vicencio, no dudó en dar testimonio ante la magistrada ponente.  


Así mismo se hicieron las precisiones que las consultas previas no se reducen a una socialización ni a un desayuno con whisky con algunos líderes indígenas (Ver http://vimeo.com/53984377) y el Ministerio del Interior certificó que el Parque Tayrona, de acuerdo con la Resolución 837 de 1995, se encuentra dentro de la línea negra precisando que los terrenos donde se licenció el Proyecto Los Ciruelos está en medio de dos hitos sagrados protegidos y que el lugar donde están los Ecohabs y los senderos concesionados para recorridos turísticos están ubicados en medio de seis hitos sagrados reconocidos (Ver MinInterior Oficio 419: http://sdrv.ms/WYFaNy y MinInterior Oficio 478: http://sdrv.ms/WWrfdL).

Pero más allá de estos sustentos legales tiene en sus manos el Tribunal Administrativo del Magdalena decidir con sus fallos la suerte del Parque mismo.

La amenaza contra la subsistencia del Parque es indiscutible, habida cuenta que los antecedentes demuestran que el Parque Tayrona no es tan ajeno a la licencia del Quimbo y a la de Puerto Brisa; y de estos dos se tienen antecedentes de las consecuencias y el incalculable precio pagado por semejante error. Como de igual forma, al parecer,  tampoco es ajena la concesión del Parque Tayrona al crimen organizado, cuya continuidad sería un mensaje a la impunidad.

En octubre del año pasado los colombianos fuimos enterados, por parte de la Contralora General de la República, que una indagación preliminar sobre el proyecto hidroeléctrico El Quimbo dio como resultado la apertura de un proceso de responsabilidad fiscal por un posible daño patrimonial estimado en $350.644'239.075.

De acuerdo con la valoración de los hechos y las pruebas, la Delegada para el sector Medio Ambiente halló suficientes elementos que demuestran la afectación de la movilidad; la pérdida de la productividad marginal de la tierra; el vertimiento de material al río Magdalena; incumplimientos en la realización de revegetalización; retrasos en la restitución de empleos asociados a las zonas productivas y en la restauración de los servicios ambientales de los bosques e impacto ambiental sobre la fauna y la flora.

De Puerto Brisa se pudo confirmar que en contravía a las prohibiciones estipuladas en la licencia ambiental fueron literalmente destruidos dos ecosistemas, entre ellos uno único de mangles rojos, y se dinamitó sin piedad un cerro sagrado indígena reconocido así por el Estado Colombiano mediante la determinación de la línea negra (Res 837/95).

En este paraíso ecosistémico de Dibulla (Guajira) fue arrasada  toda la vegetación y la capa orgánica del suelo, sin que se pudiera establecer la cantidad de lo evacuado ni el sitio en el que se depositó. Para darle paso a una vía de acceso se rellenó el más importante “humedal” habitad del caimán aguja con lo cual se afectó la estructura, funcionalidad, productividad y diversidad del ecosistema. 


Por su parte, el único cerro costero que existía −el cerro Jukulwa− sagrado para los indígenas de la SNSM y reconocido en los hitos de la línea negra fue dinamitado hasta desaparecer la mitad del mismo. Daños éstos que nunca podrán ser reparados y quizás no habrá precio justo para compensarlo.

    
  
   
¿Qué tienen en común el Quimbo y Puerto Brisa con la licencia otorgada al proyecto Los Ciruelos? Que quien firmó la licencia del Quimbo fue la misma funcionaria que profirió la licencia Los Ciruelos, Diana Marcela Zapata Pérez Directora de Licencias, Permisos y Trámites Ambientales del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Y que para otorgar la licencia de Puerto Brisa se utilizó el mismo método utilizado para la Licencia Los Ciruelos:  desconocer  los derechos fundamentales colectivos de los pueblos indígenas de la SNSM a las consultas previas. (Ver LICENCIAS QUIMBO: http://sdrv.ms/TZyeTz, PUERTO BRISA: http://sdrv.ms/11ZOfMZ y LOS CIRUELOS: http://sdrv.ms/Xv4cTN)

No creo sea casual que la licencia de Los Ciruelos haya sido suspendida en el 2011 por haber hecho, sus titulares, excavaciones en lugares prohibidos o no autorizados en la licencia ambiental, amenazando no solo el ecosistema sino importantes sitios ancestrales de las comunidades indígenas. (Ver http://bit.ly/VHSKrE)

Por su parte, en lo que respecta a la Concesión Parque Tayrona basta recordar las declaraciones, ante los estrados judiciales, de José Gelves Albarracín – El Canoso; que de acuerdo a su relato esta concesión terminó favoreciendo intereses de paramilitares, que para la participación de éstos los socios legales presuntamente recibieron dineros producto de la extorsión y el secuestro y que la Cámara de Comercio de Santa Marta, socia en este negocio, fue el enlace para que los papeles quedaran presuntamente dentro de la legalidad. (PARQUE TAYRONAABRIR AUDIO)

Estas dos tutelas en contra de la licencia Los Ciruelos y la Concesión del Parque Tayrona no sólo enarbola un alto contenido de justicia con los pueblos indígenas y los ecosistemas que en el Parque se protegen sino también moral, pues se aspira romper con la histórica práctica que enseña que la ilegalidad y el crimen sí pagan en Colombia.
Esta semana el Tribunal Administrativo del Magdalena decidirá.


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MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN DE PERIODISTAS INDEPENDIENTES DE COLOMBIA - A.P.I.C