lunes, 18 de julio de 2016

VÍA LA PROSPERIDAD, DEL NEGOCIADO A LA INSENSATEZ

¿Cómo se llegó a la situación de haber suscrito un contrato por valor de $467 mil millones para arreglar un carreteable de 52,6 kilómetros; que de acuerdo a la interventoría del mismo contrato se informe que con la plata contratada sólo se lograría intervenir 28 kilómetros de los 52,6; que habiendo transcurrido 19 meses de los 35 que constituyen el plazo pactado para entregar la obra se anuncie que en 5 meses más (diciembre de 2016) se entregarán apenas 4 kilómetros y por razones ambientales estén enredados 34,6 kilómetros cuyo rediseño obligaría a obras adicionales por valor de $250 mil millones y en consecuencia todo lo contratado apunta, según el Departamento Nacional de Planeación a un elefante blanco?

El afán por coronar un negocio y la insensatez.

Las advertencias sobre lo que ocurriría y de lo que hoy el tiempo da la razón estuvo más que señalado y documentado.

El afán del negocio dejó sin agua por cuatro años los municipios del Magdalena

Tal era el afán por sacar este negocio adelante que los primeros en pagar los costos de esta faena económica fueron los habitantes más pobres de los 29 municipios del departamento del Magdalena.

Para lograr el cierre financiero de esta vía se descapitalizaron los proyectos adelantados por el Plan Departamental de Aguas –PDA y recursos por monto de $128 mil millones fueron transferidos para la vía La Prosperidad a efectos de que el Departamento pudiera completar y cumplir con su aporte.

Desfinanciación que en su oportunidad denunció el entonces candidato Joaquín José Vives, reconoció la Gerente del PDA y dineros que prometió repondría al sistema el ex Gobernador Luis Miguel Cotes.


Al final lo que quedó de este afán fue el incumplimiento de las metas de los 10 años del PDA, por lo que hasta la fecha no se han podido lograr las obras planeadas y comprometidas para brindarles saneamiento básico a los magdalenenses, quienes están al borde de reventarse porque ni los hogares ni los campesinos ni la agroindustria tienen agua y lógicamente tampoco hay vía.

La Asamblea Departamental exhortó al Gobernador atender recomendaciones de las autoridades

La Comisión Quinta de la Asamblea Departamental; conformada por los Diputados Alex Velásquez, Humberto Díaz, Robinson Morelo, Oscar Andrade y Adolfo Gómez en sesión del 31 de julio de 2013 aprobaron por votación unánime exhortar al Gobernador del Magdalena, Luis Miguel Cotes Habeych, “para que se suspenda o reinicie el referido proceso, hasta tanto se resuelvan las inquietudes y observaciones presentadas por las autoridades indicadas con el objeto de prevenir un presunto detrimento patrimonial en contra de la Nación y del Departamento”.


Así mismo, la misma Comisión aprobó una proposición para solicitar, como efectivamente hicieron, un Control Técnico Preventivo (función de advertencia) a la Contraloría General de la República sobre el proceso licitatorio del mejoramiento de la conocida vía La Prosperidad. Motivados en los “serios cuestionamientos, reparos y observaciones públicas realizadas por parte de la Ministra de Transporte, Dra. Cecilia Álvarez. Lo anterior en mérito de prever graves riesgos que comprometan el patrimonio público y en particular los recursos de regalía asignados al Departamento del Magdalena para las vigencias fiscales 2013, 2014 y 2015”.


La Contraloría General de la República -CGR advirtió los riesgos ambientales de ese proyecto

La Contraloría General de la República, mediante documento 2013EE0153871 de fecha 27 de noviembre de 2013, profirió una función de advertencia con el fin de prevenir sobre los posibles riesgos y afectaciones ambientales que se podrían presentar especialmente en el sistema delta estuario de la Ciénaga Grande de Santa Marta, con ocasión del proyecto de mejoramiento de la vía La prosperidad declarado como de importancia estratégica mediante documento Conpes 3742 del 15 de abril de 2013.

Sostuvo en su Función de Advertencia la CGR: “A pesar de que esta vía – dique está prevista para la defensa de las inundaciones, su desarrollo implicará a corto, mediano y largo plazo la desecación del área de influencia hidráulica de la vía, y por ende, una serie de impactos ambientales negativos e irreversibles en contra de la flora y fauna de esta zona. En efecto, la solución propuesta por el gobierno pretende dar manejo a las inundaciones a lo largo del corredor vial y no a las cabeceras municipales, donde se requiere otro tipo de obras. De modo que no aparece claro de qué manera este tipo de vía – dique sería una solución de fondo para el control definitivo de dicha problemática para la población rural, dispersa y alejada de la vía, lo cual requeriría gigantescas y costosas inversiones en obras de hidráulica, además de una evaluación a profundidad de su viabilidad ambiental que no es mencionada en ningún apartado del documento Conpes”.

Por otra parte, le resultó preocupante a la CGR que para efectos del documento Conpes 3742 no se contó con la participación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ni con la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales –ANLA ni con la Corporación Autónoma Regional del Magdalena –CORPAMAG circunstancia, que a juicio de la CGR, representaba un mayor riesgo ambiental en el proyecto.

El Departamento Nacional de Planeación –DNP desde el 2012 advirtió la necesidad de consultar a las autoridades ambientales

De cara a la discusión del proyecto en el OCAD Región Caribe, el 30 de agosto de 2012 el Director de Infraestructura y Energía Sostenible del DNP hizo especial énfasis en los siguientes aspectos: “En la cuenca baja del río Magdalena se presenta anualmente en épocas de invierno, una tendencia ascendente de los niveles del río, los cuales alcanzan niveles críticos de inundación. Bajo esta situación, los sectores bajos y de topografía plana, son los primeros afectados.

El estado de la infraestructura adyacente al río que comprende diques, terraplenes, muros de contención y carreteras, se encuentra en constante amenaza debido a que ésta puede colapsar por efecto de filtraciones causadas por las agua. Este es el caso de la vía del orden nacional Palermo – Guáimaro, la cual presenta condiciones deficientes en su estado físico que se manifiesta en una bancada desprotegida y susceptible de erosión, y en una superficie que carece de una apropiada capa de rodadura”.


De igual forma hizo las siguientes recomendaciones: “Se recomienda elevar la consulta ante la autoridad ambiental competente, para que ésta analice las características del presente proyecto con el fin que se establezca si se requieren permisos por parte de dicha entidad, licenciamientos o cualquier otro tipo de requisitos previos necesarios para comenzar el desarrollo del presente proyecto”.

Oportunas previsiones y recomendaciones que por física omisión o burla tienen hoy frenados 34,6 kilómetros de la vía.

Corpamag también señaló oportunamente los peligros por erosión contra la vía

En julio de 2013, un mes antes de la adjudicación de la licitación; a solicitud de la Asamblea Departamental, Corpamag informó a esta Corporación sobre los efectos del proyecto de la vía La Prosperidad y las amenazas sobre la obra por efectos ambientales.

Precisó Corpamag: “También se incidirá en la conservación de los taludes del terraplén conformado para la puesta en marcha del proyecto. La erodabilidad de los taludes será uno de los efectos sobre la obra, que requiere de un diseño para evitarla”.

ALEJANDRO ARIAS
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE
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