Más allá de la contaminación
ambiental denunciada derivada de la actividad extractiva y exportadora del
carbón hay un drama social y humano que aún sigue desconocida para el país y
sin atención por parte de las autoridades ambientales y judiciales colombianas.
Se trata de la afectación en los seres humanos expuestos a la misma, sean
trabajadores o no en el proceso.
Una investigación en
la que participaron 1.627 niños residentes de los municipios de Becerril,
Agustín Codazzi, La Jagua de Ibirico, Chiriguaná y El Paso, la única que se
conoce hasta el momento sobre el tema, tiene entre los principales hallazgos
del estudio que el 3,85% de ellos padece alguna enfermedad respiratoria, ya sea
asma, fibrilancias o tos.
Así mismo, concluye esta
investigación que el 17% de los niños entre 6 y 10 años residentes en los
municipios ubicados en la zona carbonífera del César ha faltado a clase al
menos un día al mes por presentar enfermedades respiratorias agudas, entre
otras.
Este estudio, realizado de
forma conjunta entre la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de
los Andes se hizo público bajo el título: “Enfermedad y síntomas respiratorios
en niños de cinco municipios carboníferos del César (Colombia)” (Ver http://bit.ly/1wWJqjb)
Según Luis Jorge Hernández,
PhD en Salud Pública de la U.N. y docente de la Universidad de los Andes, “los
niños son los más susceptibles a la contaminación del aire porque tienen un
sistema respiratorio en desarrollo y crecimiento, y respiran más veces por
minuto que un adulto, por lo que están más expuestos”.
Desde 1997 se nos ha
informado que esta actividad no ha generado contaminación ni afectación en los
seres humanos expuestos al proceso de extracción, transporte y exportación de
carbón en el caribe colombiano, ello amparado en los resultados que han
arrojado una serie de estaciones de monitoreo de calidad del aire ubicadas en
las zonas de influencia.
No obstante, luego de una
serie de denuncias, investigadores de la Contraloría General de la República
concluyeron que los informes de calidad de aire en las zonas portuarias de
Drummond Ltd. Y Prodeco en ciénaga (Magdalena) no son reales.
Los investigadores de la CGR
encontraron en la labor de inspección que estas estaciones estaban sumergidas
bajo siembras de árboles de mango, estaban ubicadas de tal suerte que no hacían
las mediciones reales por estar fuera de las líneas de aire o se evidenciaba la
manipulación de las mismas por parte de trabajadores de la empresa Drummond
Ltd. (Ver INFORME CGR
ESTACIONES MONITOREO: http://1drv.ms/ZB5PaM)
En audiencia ante la
Asamblea Departamental del Magdalena la Secretaria de Salud Departamental,
Zandra Castañeda López, reconoció que esa entidad jamás ha realizado un estudio
a efectos de determinar la relación entre la prevalencia de las enfermedades
respiratorias de sus habitantes en las zonas de la red férrea y los puertos con
el polvillo de carbón (Escuchar SEC SALUD MAGD: http://1drv.ms/1qUzB1r).
Cientos de trabajadores
enfermos de la Drummond Ltd, por ejemplo, tienen un común denominador a pesar
de evidenciar y comprobarse las afectaciones respiratorias por sílice de carbón
en sus pulmones: sus enfermedades no han sido reconocidas como enfermedades
profesionales y quienes han muerto en sus registros de defunción se anota que
fueron a causa de una muerte natural.
Durante todos estos años su
lucha se ha centrado en que las ARL (Administradoras de Riesgo Laborales)
reconozcan como profesional su enfermedad y de paso las autoridades ambientales
adopten las medidas necesarias para evitar que más trabajadores sigan siendo
afectados mortalmente por este tipo de afectaciones.
La manipulación de sus historias
clínicas y la pasividad del Ministerio de Trabajo, ante las denuncias
formuladas, han mantenido en la impunidad las muertes de estos trabajadores,
así lo hacen público en sus declaraciones: (Ver MARCO FIDEL SUAREZ http://youtu.be/xe88ZaLadDE y YADER PÉREZ http://youtu.be/pFXrbNenQUc)
No obstante que los pulmones
de estos trabajadores tienen las indiscutibles evidencias de la afectación por
el carbón y los muchos informes de especialistas médicos en la materia así lo
confirman; las ARL y demás autoridades insisten en sostener que esto no pasa de
ser una gripa mal cuidada y persisten las negativas en el reconocimiento de las
prestaciones laborales a las que tienen derecho por causa de la enfermedad.
En relación con la agresiva
contaminación el IGAC, luego de valorar los filtros de las estaciones de
monitoreo de calidad del aire en Santa Marta, informó que sí hay contaminación
del aire por partículas de carbón con tamaño inferior a 10 micras, capaces de
penetrar el pulmón. (Ver INFORME
IGAC CONTAMINACION: http://1drv.ms/1wdz9A5)
Hasta la fecha no hay un
solo estudio que permita saber cuántos samarios, magdalenenses, cesarenses o
guajiros tienen los pulmones como los de los trabajadores enfermos de la
Drummond Ltd. y por ello tampoco hay medidas tendientes a prevenirlo.
Por lo pronto, estos
trabajadores esperan ser atendidas como víctimas en la Fiscalía General de la
Nación. Autoridad ante la que radicaron las denuncias y solicitudes para ser
valorados por medicina Legal con la esperanza de no seguir muriendo
impunemente. (Ver DENUNCIAS:
http://1drv.ms/1qUBYl0)
ALEJANDRO ARIAS
MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN PARA LA PRENSA LIBRE
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